jueves, abril 16

.uno.

Hace ya tanto tiempo que dejamos de ser amigos. Cosa rara, serlo fue lo primero que me pediste. Cosa lógica, es lo último que desearía.
Caminé lo suficiente contigo. Reí. Canté. Te besé. Brinqué. Éstas últimas cuatro no tanto, pero no hicieron falta para saber que no eras lo que yo quería.
Yo no soy el tipo tonto y lloricón que va a armarte una escena de celos, a reclamarte porque le viste las nalgas a otro. Ni mucho menos que te va a rogar porque lo perdones después de que inviertas la culpabilidad en esa discusión.
Yo no soy el imbécil que sólo te dice "bonito", "caro", "aburrido". Y si mi forma de pensar te va a parecer tediosa, porque tengo una apreciación con una mayor valoración y sentido crítico de las cosas, creo que puedes ir escogiendo; analfabetas iletrados hasta los pisas al caminar.

No tuve la necesidad de determe a pensar en cuáles labores haría el primer día sin ti. Cosa rara, antes quemaba la cabeza por complacerte. Cosa lógica, esa quemazón esfumó mis recuerdos sobre ti.
Decidí darle un verdadero significado a mi vida. En el cual no había cabida para cuestiones que hicieran malgastar mi espíritu.
No tengo ni la más remota intención de quedarme a ver tu espectáculo. Perspicaz, magnánimo y con excelentes actuaciones, me han dicho los que saben. Los que lo han visto. Pero tengo ocupaciones que atender. Tú sabes cómo soy.

Yo también sé cómo eres tú.

domingo, abril 12

Decido no comprarlo (Fragmento)

Por Ildebranda López Landeros

Decidí no probar otros sabores, y no porque no me guste experimentar, simplemente de lo que veo, nada es tan apetitoso como el sabor que ya conozco. Opto por no pedir el hombre del celular; ni el de la pantalla protectora; ni el calendario que se esconde en el fondo el cajón, no asisto a ver al stripper que se desviste pensando en otros aunque sean ellas las que paguen. Ni me interesa el hombre ajeno que no conoce mis puntos, ni pausas ni mis ritmos.

Permanezco con el hombre que ya no tiene su melena de Tarzán, ni el torso del David, que con sus nuevas formas abarca mejor las redoneces que los años me han dotado. Prefiero sus ronquidos leves en mi oído derretidos en arrullos, que las serenatas de hombre nuevo.

Escojo la convicción construida con ladrillos de amor, compañerismo y los tantos roles que han amalgamado la mezcla. Elijo la quietud de sus besos, sus manos tibias y suaves que se deslizan como trenes en mis rieles. Me llena ver los rayos de la luna entre las cortinas, abrazada en su cuerpo que ir en el subibaja de las pasiones en el elevador o la adrenalina de la cacería con hondas de medias y negligé.

Te elijo a ti, no sólo porque te ame o te conozca, si no porque me veo en tus ojos con mayor claridad que en un espejo, te sigo reconociendo, me he encontrado más veces de las que recuerdo, porque eres tan real que no puedo negar que existes, porque no te tengo que inventar ni trasponer en ninguna cara ni bajo ninguna circunstancia; porque no me tengo que esconder para ser una contigo, porque eres mi lugar seguro ese al que siempre llego, a veces no sé cómo pero encuentro justo lo que deseo o necesito.

jueves, abril 9

Bienvenidos

Este es un espacio para compartir aquellas cosas que no te has creído, que las has rechazado o que no las has dado por ciertas. Pueden ser ideas, argumentos, campañas o lo que creas que vale la pena para la reflexión.
Saludos
Ildebranda