domingo, abril 12

Decido no comprarlo (Fragmento)

Por Ildebranda López Landeros

Decidí no probar otros sabores, y no porque no me guste experimentar, simplemente de lo que veo, nada es tan apetitoso como el sabor que ya conozco. Opto por no pedir el hombre del celular; ni el de la pantalla protectora; ni el calendario que se esconde en el fondo el cajón, no asisto a ver al stripper que se desviste pensando en otros aunque sean ellas las que paguen. Ni me interesa el hombre ajeno que no conoce mis puntos, ni pausas ni mis ritmos.

Permanezco con el hombre que ya no tiene su melena de Tarzán, ni el torso del David, que con sus nuevas formas abarca mejor las redoneces que los años me han dotado. Prefiero sus ronquidos leves en mi oído derretidos en arrullos, que las serenatas de hombre nuevo.

Escojo la convicción construida con ladrillos de amor, compañerismo y los tantos roles que han amalgamado la mezcla. Elijo la quietud de sus besos, sus manos tibias y suaves que se deslizan como trenes en mis rieles. Me llena ver los rayos de la luna entre las cortinas, abrazada en su cuerpo que ir en el subibaja de las pasiones en el elevador o la adrenalina de la cacería con hondas de medias y negligé.

Te elijo a ti, no sólo porque te ame o te conozca, si no porque me veo en tus ojos con mayor claridad que en un espejo, te sigo reconociendo, me he encontrado más veces de las que recuerdo, porque eres tan real que no puedo negar que existes, porque no te tengo que inventar ni trasponer en ninguna cara ni bajo ninguna circunstancia; porque no me tengo que esconder para ser una contigo, porque eres mi lugar seguro ese al que siempre llego, a veces no sé cómo pero encuentro justo lo que deseo o necesito.

1 comentario:

  1. una oleada de empatía (una de mis sensaciones favoritas) me invadió, luego calidez y creo que desembocó en admiración... simplemente me encantó esto que leí

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